Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) son un programa de distribución –casa por casa– de productos alimentarios considerados como de primera necesidad que son subsidiados por el Estado, lo que abarata sustancialmente su costo para los hogares que los adquieren. Los rubros que se distribuyen mediante este programa son generalmente objeto de controles estatales de precios.
Además del abastecimiento se supone que el programa promueva alternativas de producción; pero, los logros en esta materia han sido muy limitados. Por el contrario, todo indica que el CLAP ha auspiciado muy activamente –como sus antecedentes de la misión alimentación– una extensa e intensa importación de los rubros alimenticios que ofrece. También ese programa ha anunciado su incursión en la distribución de rubros no alimentarios (como medicinas, cosméticos y productos de limpieza) pero esto no ha tenido mayor trascendencia real.
Probablemente, uno de los rasgos que particulariza más a este programa, desde el punto de vista comparativo, sean los mecanismos de organización local en los que participan junto al Ministerio de Alimentación, instancias como los Consejos Comunales y las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH) entre otras instancias vinculadas con el partido oficialista (PSUV). Es de gran interés esa particularidad político-organizativa y la evidencia que brinda sobre la concepción subordinada de la participación que ha construido el régimen autoritario venezolano, que tanto ha ensalzado discursivamente la democracia participativa y protagónica. También las formas del vínculo de ese modelo de organización local con la corrupción son una veta de análisis por explorar con mucho más detenimiento. Cabe decir por el momento que, a pesar de los esfuerzos de control político que se han pretendido instaurar mediante el uso de los CLAP y del Carnet de la Patria, los estudios de opinión muestran el persistente y generalizado deseo de cambio político democrático de los venezolanos.
Lea más en el siguiente informe.
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