Organizaciones civiles suscriben una carta abierta en la que piden transparencia a las autoridades en el manejo de la crisis
Transparencia Venezuela, 8 de abril de 2020. La crisis generada por el déficit de producción de gasolina en el principal centro de elaboración de combustible del país, el Centro de Refinación Paraguaná, en el estado Falcón, que incluye las refinerías de Cardón y Amuay, ha generado una situación de extrema gravedad en la movilización de personas y bienes en la región, con impacto directo en la población y además, crea las condiciones para que surjan focos de corrupción que es necesario denunciar y combatir, especialmente en el marco de la emergencia sanitaria por la propagación del COVID-19.
Las medidas anunciadas por las autoridades nacionales y regionales generaron un fuerte impacto al abastecimiento de gasolina y diesel, con las inevitables consecuencias negativas. Así, las primeras acciones tomadas incluyeron la restricción del horario y la cantidad de combustible a adquirir, lo que trajo como consecuencias el incremento de las colas y el tiempo de llenado en las estaciones de servicio habilitadas en la entidad.
La profundización de la escasez de gasolina y diesel, que no encontró respuesta en la producción, obligó al Gobierno nacional a tomar el control directo de las estaciones de servicio y generó las condiciones para el brote de la corrupción y los manejos irregulares. De esta manera comenzó el acaparamiento clandestino del combustible, que luego se revendía en divisas extranjeras o a precios especulativos, convirtiéndose en el producto más caro del mundo y difícil de conseguir.
La brecha entre producción y consumo de combustible se agrava y en los momentos de cuarentena y estado de emergencia por la pandemia global del coronavirus, solo se suministra a sectores específicos de población, como las Fuerzas Armadas, flota de vehículos del Estado y ligados a la movilización de bienes esenciales como medicina y alimentos, al igual que servicios básicos como agua y electricidad, quedando desamparada el resto de la población, entre ellos los trabajadores de la salud y pacientes con enfermedades crónicas.
A corto plazo no se vislumbra una salida a esta situación y, de no comenzar a tomar medidas, la corrupción asociada a los combustibles se acentuará en perjuicio de todos los venezolanos. Ante esta situación las organizaciones de la sociedad civil falconiana que forman parte de la Coalición Anticorrupción, suscriben una carta pública dirigida a las autoridades y, en ejercicio de sus derechos constitucionales, exigen transparencia en el manejo de esta crisis.
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